lunes, 20 de abril de 2015

Invictus

Hoy termino el día con unas palabras del poeta William Ernts Henley. Palabras que hemos leido y escuchado multitud de veces en boca y nombre de Nelson Mandela. Tienen por título el nombre de una película que muchos habréis visto, y que esta noche he vuelvo a ver,  "Invictus". Más allá de que lo que me pueda gustar la película, que me gusta y mucho, estás palabras me inspiran no sólo el espíritu de esperanza que le dieron a Mandela para afrontar sus años de encarcelamiento, sino también la creencia firme en la grandeza de las capacidades y de la determinación de las personas ante las dificultades de la vida. Porque es justo en esos momentos de mayor vulnerabilidad cuando nos damos cuenta de nuestras grandes fortalezas.



Nelson Mandela en la prisión de Robben Island
En la noche que me envuelve,
negra, como un pozo insondable,
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado.

Ante las puñaladas del azar,
si bien he sangrado, jamás me he postrado.

Más allá de este lugar de ira y llantos
acecha la oscuridad con su horror.

No obstante, la amenaza de los años me halla,
y me hallará, sin temor.

Ya no importa cuan recto haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:


Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.



(Invictus, Willian Ernts Henley. 1875)



Cada uno tiene su cárcel. La mia no es ni de lejos tan dura como fue la de Mandela. Mis cárceles son mis miedos, al fracaso y a la soledad, mis inseguridades, por mi "no ser capaz", y hasta las comodidades que inundan mi vida, por raro que eso parezca. Todas ellas, cárceles que prueban cada día mi resistencia y determinación por alcanzar mis objetivos. Y a la vez, cárceles que me acompañan para ayudarme a seguir trabajando, a querer superarme cada día y a ser responsable de mi propia vida. Por eso acabo mi día con la alegría y la esperanza de levantarme mañana de nuevo, para seguir trabajando por lo que quiero.

Quizás tus cárceles sean las mismas, parecidas u otras bien diferentes a la mias. Incluso puede que no te parezcan cárceles. Pero todas esas cosa que te quitan la libertad, y te impiden ir a por aquello que deseas, de una manera lo son. Sean cuales fueren, no dejes que te impidan conseguir tus sueños, 

"Se el amo de tu destino, se el capitán de tu alma". 

Felices Sueños


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