jueves, 29 de enero de 2015

Márcate tu objetivo

Es sencillo, si tu no decides lo que quieres, otro lo decidirá por ti. Eso es una realidad, y así nos pasa muchas veces en la vida. Sin metas y objetivos, nos vemos arrastrados por las corrientes de la vida. Así que si lo que quieres es elegir donde ir, te invito a que tomes esa idea que tienes y te propongas conseguirla de manera consciente y real, ya, hoy mismo. Si no lo haces, quizás acabarás en un lugar donde no querías, arrastrado por una corriente que no elegiste, haciendo algo que no era lo que deseabas hacer. 
Lo sé, porque a mi me ha pasado.

Te propongo que pienses en el futuro. Se un visionario. ¿Cómo te gustaría verte? ¿Qué te gustaría conseguir? Imagínate ya allí, en el lugar donde quieres estar, sea lejano o cercano. No tiene porque ser algo enorme. Tiene que ser algo que tú quieras conseguir, ya sea hoy, en 3 meses o dentro de 10 años. Visualízate haciendo lo que quieres hacer y siendo quien quieres ser. No se trata de "ver para creer" como nos han enseñado desde pequeños. Se trata de creer para llegar a ver


Nuestro cerebro se centra en aquello en lo que ya cree, en lo que conoce. Enfócate en lo que quieres tú, y repítesele a tu mente día tras día, para que se convierta en algo conocido, en algo real para ella ya. Entrénala para encontrar aquello que buscas. Y para eso lo primero que tienes que hacer es decirle claramente qué es lo que quieres.


Hoy te propongo, marcarte un objetivo en el que enfocarte. 


Esto no es una tarea fácil. Muchas veces no conseguimos lo que queremos simplemente porque no hemos formulado claramente aquello que deseábamos. Te propongo que decidas que deseas, y le añadas a tu deseo 8 características. Características que te ayudarán a llegar hasta él. Lo que harás será transformar un "deseo" en un "objetivo". 



¿Te apetece conocer cuales son esas características? 

Presta atención, toma papel y lápiz, y ponte manos a la obra.
¡¡Allá vamos!!


1.- Formula tu deseo.

Escribe qué es lo que quieres conseguir, a dónde quieres llegar. Sé el visionario que decía al comienzo e imagínate como si ya lo hubieras conseguido.
Y muy importante, escríbe ese deseo en positivo. Lo que "quieres", no lo que "no quieres". Elimina el persistente "no" que a menudo nos bloquea.


2.- Se muy específico.

Tu objetivo tiene que ser claro y sencillo, que no te confunda. Debe ser tan claro que cuando otra persona lo lea pueda entender rápidamente en que consiste.
Así que relee lo que has escrito, y quita o añade todo lo necesario para que se entienda de manera clara.


3.- Asegúrate de que sea medible.

Una vez formulado tu deseo, tienes que tener una manera de saber cuando habrás alcanzado el éxito, de saber que habrás llegado hasta él. Si no encuentras la manera de medirlo, ¿cómo sabrás que lo has conseguido?. 
Responder a esta pregunta te ayudará a encontrar la manera de medirlo.


4.- Ese objetivo debe ser alcanzable.

Debe ser ambicioso, pero no imposible. Evalúa los pasos que necesitarás para llegar a él, y asegúrate de que puedes caminar esos pasos. Siendo realista, valora si puedes alcanzarlo con los recursos y capacidades de que dispones. Pero se realista con tus criterios, no con los de la sociedad. 
Si eres honesto contigo mismo, y crees de verdad que puedes, no dejes que nadie te haga creer lo contrario.


5.- Hazlo temporal.

Es decir, ponle una fecha. Para que se convierta en un objetivo real debe estar enmarcado en un tiempo. Cuanto más marcados tengas los tiempos en que vas a ir dando los pasos para conseguirlo, mejor. Esto te ayudará a ver los progresos que haces y a ir haciendo las modificaciones necesarias para llegar hasta tu objetivo. 
Decía Edmundo Hoffens, que "la diferencia entre un sueño y un objetivo es la fecha".


6.- Fíjate pequeñas metas a lo largo del camino.

Establece puntos de revisión del objetivo a corto, medio y largo plazo. De esta manera será más fácil para ti valorar si estas caminando adecuadamente hacia tu objetivo, o si te estás desviando. Además ir consiguiendo esas pequeñas metas te dará una satisfacción que te motivará a seguir adelante. 
Sin darte casi cuenta disfrutarás tanto del camino y sus pequeños logros, como del sueño de llegar hasta tu objetivo.


7.- Establece el "¿por qué?" de tu objetivo.

Cuanto más sentido tenga para ti, más vas a trabajar por él. Conéctalo contigo, con tu persona, con tu voluntad, con tu potencial y tu fuerza. Date a ti mismo argumentos sólidos que justifiquen tanto tu deseo, como tu capacidad para conseguirlo.
Estos porqués te ayudarán a continuar en momentos de debilidad.


8.- Y por último, su ¿para qué?

Cuál es el sentido último de tu objetivo, su utilidad. Es encontrar la trascendencia que el objetivo tiene en tu vida y en el mundo. Probablemente no sólo te beneficiará a ti, sino también a tu entorno. 
Si logras encontrar ese para qué, tu objetivo se convertirá en imprescindible.



Un planteamiento claro de tus objetivos, es una herramienta clave que te ayudará en tu desarrollo personal y profesional. Utiliza estos pasos para definir cualquier cosa que quieras lograr. No importa cuan grande o pequeño sea el tamaño de tu objetivo, sino tu determinación y deseo de conseguirlo.



La decisión acompañada de la disciplina consigue lo imposible.



¡Pongámonos manos a la obra! ¡Ya, hoy mismo!



INgente. Coaching interpersonal y desarrollo integral


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